lunes, 30 de julio de 2007

Cuando cae la noche y la lluvia lo sabe

Oscuro. Olor a tierra mojada. Silencio. El áspero tacto de la lija. La muerte en un suspiro.
Verde.
La aparición de lo querido cuando no lo deseas. Lluvia. En el interior todo sabe ha roto, de nuevo. Sin nubes. Lluvia.
Y el verde.
La memoria dormida, despierta. La sangre se licua, nace de nuevo. Resucita. Sucio lamento hecho del polvo que levanta la lluvia al caer. Olor a tierra mojada...y el verde.
Lúgubre recuerdo de una mañana velada por el ayer. Noche triste la que se avecina. Tristeza muerta, reina del condado. Papel de fumar al caer la noche. Viaje de letras de hastío. Sueños de la soledad marchita.
De verde.
Tez del atardecer. Cuando el murmullo aguarda. Del viejo molino danzarín, de la noche que cae. De las noches de vino con pálida luna dorada.
Y el verde.
De los cabellos teñidos por el alba, de la noche que vuelve a caer y del verde, ese que no se va, ese que todo lo tiñe, que luce cuando calla. Y el verde. Que todo lo ve, que todo lo observa.
Del verde que veo. De la noche que cae.
De la lluvia que ya lo sabía...