lunes, 15 de marzo de 2010

El día después

Eran muchos días los que él veía pasar delante de sus ojos. Días vacios. Días que no trasnmitian nada. Simplemente pasaban.
La procesión iba por dentro, como casi todo en su vida. Argumentos, dudas, preguntas se almacenaban ahí dentro, sin salir, sin salida, sin ayuda. No soportaba pedir ayudar, lo detestaba de una manera irracional, casi inhumana, pero así era él.
Se escondia del sol, la noche había palidecido su alma hasta tal punto de no encontrar cobijo cuando era la última esperanza que le quedaba.
No obstante, respiraba...o eso creía y ya era mucho para el día después...

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